Constelación
La abuela de Manuel se sirve
fideos y deja en la fuente la mejor parte: la que tiene más salsa y más queso cree
Manuel. Abuela Irma solo piensa en terminar de comer para ir a su habitación y
ver la novela. Se la nota ansiosa y casi
no habla, su nieto en cambio no para de
alabarla por la rica comida y por como tiene de limpia la casa. A la abuela
Irma le encanta tenerlo de visita, le gusta saber como está y compartir la
cena, pero desde hace un tiempo la novela la ha hipnotizado y en su trama se
descose su historia. Arma y desarma los recuerdos con el abuelo Andrés que hace
tanto no está cerca suyo. Abuelo Andrés
había sido bancario y un músico de entre
casa, y ella habia amado siempre lo potencial de su ser. Eso lo deduce Manuel,
que no se lo dice. La novela alimenta ese sueño de ser lo que no fue, de ver
ser al abuelo Andrés lo que no fue. Y el amor esconde bajo las telas de araña
cúmulos de fisuras y desencanto. También el amor es un pensamiento y también lo
es una cena tibia.