lunedì 17 febbraio 2014

verano angosto




                         verano angostç ////



1-
mi mamá me trae facturas,
me hace sanguchitos con queso,
lleva las sandalias al zapatero
me pregunta que más
necesito. es verano.
cada algodoncito de su gesto
me recuerda la hostilidad de la ciudad
el vuelo lejano,
el vuelo con el chorro a cuestas
las mañanas filosas,
las preguntas del técnico sobre
la heladera destartalada.


2-
he cambiado  el entorno acuático
por un destino  supuestamente favorable
ahora examino, me examino con  coraza
y sin ella ¿cómo se vive sin combate? 
sin desafíos, en el aire un poco zen y un poco zombi,
con “esa” libertad y sin objetivos.
Concordia se abre como una florcita carnívora.
me recuesto en la cama asombrada del sentimiento,
sin raíz, solo el deslizamiento, sin raíz 


3-
aullando bajo la lluvia, y en
un techito a dos aguas de color verde
mi hermano cena milanesas.
sin raíz, saludo a viejos conocidos, algunos
me nombran otros, no.
es un ritual del verano, el saludo del reencuentro.
la familia, mi familia y la pileta nueva,
la lluvia, la naturaleza en forma de sello por
toda la ciudad, la de siempre.
soy sin peso,  me muevo en una película
de cinta sin granos.


3-
la imagen de Europa es tan lejana desde aquí,
desde aquí sólo se ven las calles, el río, pero no
se imagina uno siquiera un avión.
hablo con mi prima, con la misma con la que me sentaba
a ver el amanecer de pequeña, ella tan tierra:
 nos contamos cosas.
detrás la espuma o un manto
su simpleza, los arboles dejan caer  esas flores amarillas
el niño pide volver a la casa de su abuela,
y caminamos entre gotones como aventureros
caminamos y en ese trayecto todo parece ser
un juego articulado.